Autor: Eduardo Rodríguez García.

Tiempo de lectura: 7 min.

Imagina que durante esta pandemia necesitas acudir a un hospital porque estás presentando síntomas relacionados (o simplemente para poder hacer la prueba de confirmación) y desafortunadamente no te atenderán porque se encuentran saturados, ¿qué ocurriría si te platicará de una alternativa en la que por otros servicios médicos privados recibieras la atención sin exponerte? Esa alternativa de la que hablo son los seguros individuales. 

En nuestro país la cultura de la protección aún se sigue promoviendo ―y aunque hay mucho por realizar―, las Aseguradoras y Afianzadoras en conjunto con las autoridades del Sistema Financiero Mexicano siguen en la tarea de difundir estos instrumentos que son los Seguros. 

Los seguros, son instrumentos, que fueron creados para otorgar una protección ante una eventualidad que pudiera ocurrir en un futuro, y en dado caso que el suceso llegase a ocurrir otorgan la posibilidad de pagos económicos por los eventos ante las afectaciones. 

Nadie está exento de los riesgos que puedan ocurrir en nuestro día a día y afecten nuestra integridad física, como lo es hoy una pandemia. Sin embargo, cuando estos eventos ocurren (siniestros), económicamente no se está preparado para hacer frente a lo que puedan desencadenar como: consultas, hospitalizaciones, cirugías, estudios, entre otros. Ante ello lo recomendable es tener un seguro de riesgos personales que pueda hacer frente ante dichos eventos y no nos tome por sorpresa. 

En específico los seguros personales o individuales se encargan de salvaguardar la integridad física del asegurado, más allá del siniestro o fallecimiento sino, de cuidar y mantener una buena calidad de vida. Lejos de aquella creencia que únicamente funciona ante el evento de la muerte, hoy podrían ser útiles ante la situación que estamos enfrentando, ya que algunos seguros personales como los de gastos médicos harían frente ante consultas, estudios y hospitalizaciones que pudieran ser inaccesibles en estos momentos.

Para poder contratar un seguro, lo primero que necesitas es acudir a las Instituciones facultadas para realizar dicha operación conocidas como Aseguradoras, ahí los agentes de seguros (personas certificadas y autorizadas), serán los encargados de dar la información acerca de la amplia gama de seguros con los que cuentan y de ahí podrás elegir el que más se adecue a tus necesidades y a tu posibilidad económica. 

En respaldo a tu seguridad como usuario las Aseguradoras, los agentes de seguros y demás funcionarios, están bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), quién con apegó a las leyes vigentes, se encarga de la autorización de las Aseguradoras para realizar operaciones de dicho rubro, así como también de que sus empleados, es decir, los agentes se encuentren debidamente facultados por medio de una certificación estipulada por dicho organismo regulatorio. Aún con lo anterior en el caso de no estar satisfecho, puedes acudir a instituciones conciliadoras como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) para levantar una aclaración o queja.    

Hay que tomar en cuenta que para poder ejercer el derecho de cobertura de un seguro, estos tendrán un costo denominado como Prima, la cual será fijada al momento de la adquisición de la Póliza del seguro, en este documento se determinarán las condiciones generales del seguro y el costo que la Prima tendrá. El pago de la Prima en la mayoría de los seguros podrá realizarse en pagos diferidos (mensuales, trimestrales, etc), o en una exhibición; considerando que el pago cubre por un año y que en caso de renovar o mantener la Póliza del seguro, se tendrá que realizar nuevamente dicho pago. 

En caso de requerir una cobertura para la familia, existen condiciones dentro de estos seguros que puedan extender la cobertura de la Póliza a familiares como cónyuge e hijos, siempre y cuando el seguro lo contemple. De no cumplir con la expectativa del seguro, específicamente están los seguros de personas donde la cobertura pueda incluir, hermanos, padres u otros familiares que no se incluyen en los seguros personales o individuales. 

El costo del seguro dependerá de muchos factores aunque los elementos más importantes son la edad, la condición de salud de los asegurados, la cobertura que se esté solicitando y hasta la vigencia de la Póliza, ya que seguramente te has preguntado por qué si dos personas tienen contratado el mismo tipo de seguro, cada una paga diferente cantidad he aquí una de las respuestas que explica esa duda.

Los requisitos que solicitará la Aseguradora para la adquisición de un seguro son: datos generales, identificación oficial vigente, comprobante domicilio, el pago de la Prima y la designación de beneficiario. En el caso del beneficiario, se entiende a la persona que únicamente en caso de fallecimiento del asegurado, reciba un pago económico (indemnización), por el siniestro ocurrido. Se puede designar a uno o varios beneficiarios y esto dependerá del asegurado que al momento de la contratación de la Póliza, designe quienes serán y el porcentaje que recibirá cada uno. 

Para poder hacer uso de los beneficios de un seguro, es necesario contar con la Póliza ya que lo solicitará la compañía Aseguradora para hacerlo efectivo. Ya que es el documento legal donde están asentadas las condiciones generales, términos, condiciones, cláusulas y el número correspondiente con el cual se identifica al asegurado, entre otros datos; la importancia del documento es primordial ya que está da por fe el haber adquirido dicho servicio y la compañía Aseguradora deberá proporcionar los servicios derivados de esta. 

Como medida precautoria, es fundamental revisar las condiciones bajo las cuales la Aseguradora puede invalidar una Póliza de seguro y quedarías sin protección; por ejemplo, en los seguros de salud, si se llegará a ocultar el padecimiento de una enfermedad crónica o delicada, puede ser causa para que la compañía no haga efectiva la cobertura puesto que hubo información que fue ocultada y que posiblemente no estaba dentro de la protección brindada. 

Considera que algunos seguros no cubrirán la totalidad de un siniestro por lo que solicitarán un diferencial, llamado deducible, a cargo del asegurado para poder hacer efectiva la Póliza. El deducible corresponde a un porcentaje equivalente del valor del seguro y este deberá ser cubierto por el asegurado, generalmente este gasto se debe considerar cuando ocurra un siniestro y la Aseguradora lo requiera para hacer válido el servicio. 

Otra de las utilidades de los seguros, sobre todo los de vida, es que pueden ser útiles para invertir. En algunas Aseguradoras manejan seguros que además de la cobertura, puedas invertir capital y con ello puedan generar ganancias (dividendos), en otros casos por el hecho de seguir manteniendo la Póliza vigente (años), recibas el beneficio de los dividendos. 

Como puedes observar, el tema de los seguros va mucho más allá de la protección y el gasto que pareciera en ocasiones innecesario, y que hoy pudo haber sido una muy buena alternativa para hacer frente a los servicios y gastos derivados de la pandemia. 

Acércate a las Aseguradoras y busca una opción que se adecue a tu necesidad y puedas protegerte por medio de un seguro.  

Fuentes:

Ley de Instituciones de Seguros y Fianzas: https://www.cnsf.gob.mx/CUSFELECTRONICA/Lisf/Index 

Ley Sobre el Contrato de Seguros: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/211.pdf

Ley General de Sociedades Mutualistas de Seguros: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/abro/lgisms/LGISMS_abro.pdf

Circular Única de Instituciones de Seguros y Fianzas: https://www.cnsf.gob.mx/CUSFELECTRONICA

Mapfre seguros, GNP seguros: https://www.mapfre.com.mx/seguros- mx/particulares/ https://www.gnp.com.mx/

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